LA IMPORTANCIA DE LAS INMUNIZACIONES

THE IMPORTANCE OF IMMUNIZATION

Socorro Yamina Macavilca Mejia 1

 

RESUMEN

El presente trabajo nos muestra la definición de las inmunizaciones, refiriéndose al programa ampliado de inmunizaciones, su forma de trabajo y estructura formal, además se definen también los conceptos de inmunidad y de anfígenos, se explica también la forma de cómo realizar la cadena de frío y su complejidad, también se contempla el lugar de colocación de las vacunas, el intervalo administrativo, desafíos del programa de inmunizaciones.

 

Palabras Claves: Inmunizaciones

 

ABSTRACT

The present work shows the definition of immunizations, referring to the expanded immunization program, how they work and formal structure also defines also the concepts of immunity and chalcogens, it also explains how to perform a cold chain and complexity, it also includes the placement of vaccines, the interval administrative challenges of the immunization program.

 

Key words: Immunization.

 

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo de investigación trata sobre las Inmunizaciones y su importancia de cumplir con las vacunas y dosis adecuadas para la prevención de muchas enfermedades. como también el conocimiento ,la conservación adecuada como es la cadena de frio .

La vacuna es un preparado de antígenos procedentes de microorganismos patógenos (microbios muertos de cepas virulentas o vivos de cepas atenuadas), cuya finalidad es la creación de anticuerpos que reconozcan y ataquen a la infección y, por lo tanto, produzcan la inmunidad del organismo inoculado.

 

La vacuna suele consistir en dosis muy pequeñas del propio agente (forma inactiva o atenuada) que origina la enfermedad, por lo que provoca la creación de anticuerpos que permanecen en el organismo y lo protegen en el caso de futuros contagios.

 

La inmunización es una intervención altamente costo-efectiva que salva muchas vidas, cuyo objetivo es el control y potencial eliminación de enfermedades inmunoprevenibles, para mejorar la salud de la población.

 

Desde hace muchas décadas se han desarrollado programas de inmunización eficaces que han formado parte integral de los servicios de salud pública de la Región Europea de la OMS y que han permitido la erradicación mundial de la viruela en los años setenta del pasado siglo y la certificación de la región libre de poliomielitis en 2002.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos dice que con la única excepción de la depuración del agua, nada ha tenido mayor impacto en reducir la mortalidad, que las vacunas.

 

El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) se basa en una resolución WHA 2757 aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud en Mayo de 1974. Esta iniciativa, resultado de una acción conjunta entre las naciones del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), planteó como estrategia esencial para lograr el objetivo de salud para todos en el año 2000, la prevención de las enfermedades transmisibles en la población infantil, a través del uso de vacunas disponibles.

 

INMUNIZACIONES          

La Región de las Américas sigue siendo pionera en la generación de conocimientos y experiencias valiosas para la erradicación de las enfermedades prevenibles por vacunación.

 

 Las estrategias de erradicación de enfermedades han sido uno de los principales vehículos para desarrollar o mejorar las capacidades de vacunación y vigilancia en la Región, sentando las bases para el establecimiento de los programas actuales de vacunación.

 

Algunas conquistas notables en materia de erradicación de enfermedades en la Región son la erradicación de la viruela y la poliomielitis y, en este momento, la interrupción de la transmisión autóctona del sarampión.

Estos logros han sido posibles a través del Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), como resultado de una acción conjunta de los países de la Región y de organismos internacionales, interesados en apoyar acciones tendientes a lograr coberturas universales de vacunación, con el fin de disminuir las tasas de mortalidad y morbilidad causadas por las enfermedades inmunoprevenibles y con fuerte compromiso de erradicar y controlar las mismas.

 

Las enfermedades objeto del Programa son: poliomielitis, sarampión, tétanos, difteria, tos ferina (pertussis) tuberculosis, rubéola y rubéola congénita, fiebre amarilla, Haemophilus influenzae, hepatitis B.

 

La Unidad de Inmunización de la Organización Panamericana de la Salud da apoyo a los países de las Américas en:

 

·         La ejecución de programas de vacunación equitativos y sostenibles;

·         La introducción de nuevas vacunas de importancia para la salud pública en la Región;

·         El fortalecimiento y apoyo de los sistemas nacionales de vigilancia para las enfermedades prevenibles por vacunación que operan conjuntamente con sistemas adecuados de apoyo de laboratorio, mediante la ampliación de una red regional de laboratorios de diagnóstico y control de calidad;

·         La promoción de la aplicación de nuevas técnicas para mejorar la vigilancia regional de las enfermedades y crear redes electrónicas que permitan la notificación y confirmación de casos sospechosos con mayor velocidad;

·         El suministro oportuno de vacunas a través del Fondo Rotatorio para contener los costos e incrementar la disponibilidad de las vacunas;

·         La realización de evaluaciones periódicas de los programas nacionales de vacunación a cargo de un equipo internacional ayuda a los países en la elaboración de planes de acción quinquenales y anuales.

 

Las metas establecidas por la Unidad de Inmunización son las siguientes:

 

·         Eliminar la rubéola y el síndrome de rubéola congénita;

·         Alcanzar y mantener 95% de cobertura para todas las vacunas por municipio;

·         Mantener la erradicación de la poliomielitis y la eliminación del sarampión;

·         Introducir vacunas nuevas y subutilizadas eficaces en función de los costos

 

El Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) se basa en una resolución WHA 2757 aprobada por la Asamblea Mundial de la Salud en Mayo de 1974. Esta iniciativa, resultado de una acción conjunta entre las naciones del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), planteó como estrategia esencial para lograr el objetivo de salud para todos en el año 2000, la prevención de las enfermedades transmisibles en la población infantil, a través del uso de vacunas disponibles.

 

El pilar fundamental que ha permitido que este programa se sustente en el tiempo, a pesar de la gran diversidad entre los países signatarios, es la visión estratégica de la OPS de trabajar con metas transnacionales, independiente de estas diferencias.

 

La gran diversidad en condiciones socioeconómicas, organización en salud, indicadores básicos de salud, voluntad política y convicción de la importancia del programa, como en la aceptación de las vacunas por parte de la población, gratuidad del programa, en la disponibilidad de vacunas de demostrada eficacia frente a problemas relevantes y contingentes en Salud Pública, disponibilidad de una red de conservación y distribución de vacunas bajo condiciones de cadena de frío y en la existencia de un recurso humano técnicamente competente, exigió que cada país pusiera énfasis en sus necesidades para cumplir las metas comunes.

 

A contar de 1995 se propone eliminar las enfermedades invasivas por el Haemophilus influenzae  tipo b, mantener niveles de protección adecuada de la población mediante refuerzos de vacunación y desarrollar programas de vigilancia epidemiológica activa de las enfermedades incluidas en el PAI, con el objetivo de evaluar permanentemente el impacto de la vacunación.

 

La vacuna es un preparado de antígenos procedentes de microorganismos patógenos (microbios muertos de cepas virulentas o vivos de cepas atenuadas), cuya finalidad es la creación de anticuerpos que reconozcan y ataquen a la infección y, por lo tanto, produzcan la inmunidad del organismo inoculado.

 

La vacuna suele consistir en dosis muy pequeñas del propio agente (forma inactiva o atenuada) que origina la enfermedad, por lo que provoca la creación de anticuerpos que permanecen en el organismo y lo protegen en el caso de futuros contagios.

 

La técnica de administración depende del tipo de vacuna; la más común es la inoculación, pero en algunos casos es la ingestión o el spray nasal.

 

La primera vacuna fue descubierta por el médico ingles Edward Jenner en 1798, cuando observó que los humanos quedaban inmunizados frente al virus de la viruela humana si se les inoculaba con un preparado del virus de la viruela vacuna. El término vacuna procede del latín vacca, y Jenner denominó al proceso descrito vacunación.

 

El sistema inmunológico ayuda a que su cuerpo luche contra los gérmenes mediante la producción de sustancias para combatirlos. Una vez que lo hace, el sistema inmunológico "recuerda" el germen y puede luchar contra él nuevamente. Las vacunas contienen gérmenes muertos o debilitados. Cuando se le administra a una persona sana, la vacuna desencadena una respuesta del sistema inmunológico para que responda, creando inmunidad.

 

Antes de existir las vacunas, las personas solamente podían ser inmunes cuando verdaderamente contraían la enfermedad y sobrevivían a ella. Las inmunizaciones son una manera más fácil y menos riesgosa de hacerse immune.

 

Las vacunas son el mejor avance médico de la humanidad, porque previenen infecciones y por lo tanto evitan enfermedades.

 

En este artículo se desarrollan conceptos generales sobre inmunizaciones, como son: definiciones, cadena de frío, eventos asociados a las vacunas, diferentes esquemas de vacunación así como nuevos esquemas para edades donde antes no se colocaban éstas y, finalmente, lo que va a ser el futuro con las nuevas vacunas que se crean e investigan todos los días.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos dice que con la única excepción de la depuración del agua, nada ha tenido mayor impacto en reducir la mortalidad, que las vacunas (1).

 

Este desarrollo nos llevó inicialmente a que desapareciera una enfermedad mortal como la viruela en la década de los setenta en el siglo pasado y nos encontremos cerca de acabar con otra enfermedad mortal como la polio (2,3).

 

A muchas personas esto les ha pasado desapercibido debido a que no han conocido todos los problemas y muertes que ocasionan u ocasionaron estas enfermedades, por ello el surgimiento de un grupo opuesto a las vacunas lo único que ocasionan es la persistencia de enfermedades que podrían ser erradicadas y todo lo que ello conlleva, morbilidad y mortalidad.

 

Actualmente existen más de treinta vacunas disponibles para uso sistemático y no sistemático para la prevención de enfermedades  transmisibles, inclusive para la prevención de enfermedades oncológicas, encontrándose en investigación un número mayor y para patologías que hasta hace unos años era un sueño pensar en que no se pudieran evitar. Además es importante recalcar que las inmunizaciones que hasta hace poco tiempo eran “solamente para los niños”, empiezan a convertirse en una excelente forma de protección para todas las edades, existiendo un grupo etáreo que se está empezando a beneficiar de esto: personas de la tercera edad.

 

Inmunidad

Este término se ha utilizado para referirse a una observación muy antigua, la cual consistía en que los individuos que habían sufrido ciertas enfermedades transmisibles estaban exentos de volver a padecerlas.

La inmunidad puede dividirse en:

 

a. Activa natural: producida por la infección.

b. Activa artificial: producida por la vacunación.

c. Pasiva natural: paso transplacentario de anticuerpos de la madre al niño.

d. Pasiva artificial: producida tras la administración de gammaglobulinas.(vida media     corta: 17 a 24 días).

Nuestro sistema inmunológico distingue lo propio de lo ajeno, desarrollando una respuesta inmune que debe eliminar lo ajeno.  Tiene ciertas características como son:

 

a. Específica: distingue entre diferentes

 Antígenos creando respuestas relacio-nadas a cada uno de ellos

b. Memoria inmunológica: es importante que la inmunidad se mantenga por amplios períodos de tiempo.

c. Deben ser inocuas y eficaces.

 

Antígeno

Un antígeno es toda sustancia capaz de interaccionar con el receptor de células T o B. Para lograr esta meta las vacunas actuales utilizan varios tipos, hablándose a veces de una molécula, otras de una bacteria, un virus o una célula. Tipos de antígenos:

 

a. Toxoides: exotoxinas bacterianas, conservan su antigenicidad perdiendo la toxicidad (ej. difteria, tétanos).

b. Subunidades: polisacáridos de neumococo y Haemophilus  influenzae  B.

c. Antígenos obtenidos por ingeniería genética: ej. antígeno recombinante de la Hepatitis B.

d. Microorganismos muertos: ej. polio inactivada.

e. Microorganismos vivos atenuados: ej. polio oral, fiebre amarilla, triple vírica (sarampión, rubéola, parotiditis), varicela.

 

Cadena de frío

Complejo sistema de conservación, manejo, transporte y distribución de las vacunas. Punto más importante, el no conocer cómo se deben manejar y mantener las vacunas, nos conducirá a que éstas se inactiven, lo que crearía una falsa sensación de seguridad, al pensar que el sujeto está inmunizado.

 

Es por ello que debemos conocer que, ciertas vacunas como: la polio oral (OPV), sarampión y fiebre amarilla son muy sensibles al calor, en cambio otras como la DPT, polio inactivada (IPV), hepatitis B, gripe y Haemophilus influenza B, se inactivan con la congelación.

 

A continuación revisaremos algunos datos en relación a la cadena de frío, dejando para ustedes el revisar las recomendaciones del manejo de las vacunas hechas por los fabricantes.

 

a.       Las vacunas se deben colocar en un refrigerador, congelador, cuarto frío, donde solamente se colocarán éstas, no mezclándose con medicamentos, muestras u comida.

b.       No se deben colocar vacunas en la puerta de los refrigeradores, por la inestabilidad térmica a este nivel.

c.        La mayoría de vacunas se mantienen bien entre 2-8°C.

d.       Llevar un reporte diario de las temperaturas de los aparatos donde se almacenan las vacunas. Si existiera algún problema, inmovilizar las vacunas y ver qué sucedió, pudiéndose llegar a desecharlas en caso necesario.

e.       Utilizar contenedores especiales para el transporte de vacunas.

1.       Las vacunas son medicamentos termolábiles y para garantizar su inmunogenicidad y eficacia protectora, dentro de los programas de inmunización, es imprescindible mantener la cadena de frío.

 

El elemento fundamental en esta cadena es el personal responsable de las vacunas, que debe conocer las características de estabilidad de cada preparado con el fin de evitar errores durante su manipulación.

 

Consideraciones generales

Técnicas para administración de las vacunas

Previamente a la aplicación de una vacuna se deben hacer algunas preguntas para asegurar que la persona que la va a recibir no presente ninguna contraindicación. Preguntar por:

 

a. Reacción anafiláctica previa a la vacuna o a algunos de sus componentes.

b. Enfermedad febril aguda grave o moderada.

 

b. En caso de ser mujer, si está gestando en ese momento (por la probabilidad de asociar cualquier malformación posterior del producto a la vacuna).

c. Explicar sobre las reacciones que pudieraocasionar la colocación de éstas (ej.  fiebre, dolor y tumefacción en el lugar de la colocación, etc.

d. Enfermedades que produzcan inmuno-deficiencia.

f. Utilización continua y prolongada de corticoides sistémicos.

g..Tratamiento antineoplásico o con gammaglobulinas.

 

Lugar de colocación:

Las vacunas intramusculares en lactantes menores de 2 años se deben colocar en el tercio medio externo del vasto (muslo), nunca en región glútea. En los mayores se debe aplicar en el músculo deltoides.

 

Intervalo de administración entre vacunas

Algunas vacunas requieren administrarse en varias dosis para obtener una adecuada respuesta inmunológica y que ésta además se mantenga en el tiempo.

 

Intervalos mayores a lo establecido en el calendario de vacunación no reducen las concentraciones finales de anticuerpos, por lo que la interrupción del programa no supone que se necesite reiniciar todas las dosis de vacuna, ni la administración de dosis adicionales.

 

No es recomendable administrar vacunas en intervalos menores al mínimo recomendado.

 

Otras pautas que hay que tener en consideración son: en vacunas con microorganismos vivos, el intervalo mínimo entre la administración no simultánea de una vacuna con microorganismo vivo y una posterior de inmunoglobulinas es dos semanas.

 

Consideraciones generales: Seguridad, precauciones y contraindicaciones de las vacunas.

Este es un punto muy interesante, porque así como existen reacciones secundarias con las vacunas, al igual que con cualquier medicamento por más inocuo que se considere (ej. antipiréticos), debemos tener en consideración que las ventajas de la inmunización superan con mucho el riesgo de las reacciones asociadas a las vacunas y más aún los problemas que ocasionaría la infección natural.

 

Además debemos tener en cuenta que hay eventos que pudieran suceder cuando se vacuna, pero que estos son solamente eventos asociados y no existe una relación causal con la vacuna colocada.

 

 

Contraindicaciones absolutas generales para todas las vacunas

 

1. Reacción anafiláctica a dosis previas de la vacuna.

2. Reacción anafiláctica previa a alguno de los componentes de la vacuna.

 

Precauciones generales para todas las vacunas

1. Enfermedad aguda, moderada o grave con o sin fiebre.

2. Alergia al látex.

 

No son contraindicaciones para la vacunación

Existen muchas situaciones en las que el desconocimiento o la interpretación incorrecta llevan a recomendar no vacunar, es por esto que vamos a reconocer falsas contraindicaciones:

 

1. Reacciones leves a dosis previas de DPT como: dolor, enrojecimiento o inflamación en el lugar de la inyección o fiebre menor de 40.5°C.

2. Enfermedad aguda benigna: resfrío o diarrea en un niño sano, sin fiebre.

3. Niños con tratamiento antibiótico, no vacunar en la etapa aguda de la enfermedad.

4. Madre del niño a vacunar esté embarazada o que el niño esté en contacto estrecho con gestantes.

5. La prematuridad. En el niño prematuro seguirá el mismo calendario vacunal y la misma dosificación que los niños a término.

6. Niños que hayan tenido contacto reciente con un paciente con patología infecciosa.

7. La lactancia.

8. Historia de alergia inespecífica en el niño o historia familiar de alergia.

9. Historia de alergia a los antibióticos.

10. Historia de alergia no anafiláctica, al pollo o a las plumas de aves.

 

Desafíos del API para los próximos años

En los próximos años se debería ampliar el espectro de los países que incorporen a sus programas regulares de vacunación, las vacunas contra la rubéola, el Haemophilus influenza b y la hepatitis B. Para rubéola el objetivo central de la vacunación es prevenir el síndrome de rubéola congénita (SRC).

 

sin embargo, se debe tener presente y de acuerdo a la experiencia acumulada en los países que ya han incorporado la vacuna, que para cumplir con el objetivo central de la vacunación se requiere lo siguiente:

 

 a) un plan de vacunación combinado que considere la vacunación del lactante (junto con la vacuna contra el sarampión) y la vacunación de la mujer en edad fértil, para cumplir el doble propósito de disminuir la circulación del virus y de proteger a la mujer en edad de procrear,

b) estudios serológicos transversales periódicos cada 4 a 5 años, en mujeres en edad fértil que permitan orientar las estrategias de vacunación y la edad más óptima de vacunación de la mujer,

c) educación permanente dirigida a la incorporación del concepto del deber y del derecho de concebir un hijo protegida de la posibilidad de infectarse con el virus rubéola, responsabilidad que debe ser compartida entre toda mujer y el médico gíneco-obstetra o la matrona y

d) en cada país establecer o implementar la vigilancia epidemiológica de SRC, para la cual la experiencia adquirida con el sarampión deja afortunadamente mucho camino recorrido. Frente a este último punto, la OPS puede difundir la experiencia adquirida en los distintos países de la Región.

 

En cuanto al impacto de las vacunas contra el Haemophilus influenzae B, los países que primero han incorporado la vacuna en sus esquemas regulares son Uruguay38 y Chile39 en agosto de 1994 y en julio de 1996 respectivamente, aunque ya en EEUU se comenzó a utilizar a comienzos de esta década. El uso de esta vacuna se ha expandido en la región y su efecto en la disminución de enfermedad asociada a Hib ha sido drástico. La carga de enfermedad causada por este microorganismo ha sido extensamente estudiada y la incidencia ha sido estimada entre 25 y 50 por 100.000 menores de 5 años.

 

Las manifestaciones clínicas más frecuentes son meningitis, neumonía, sepsis, y epiglotitis. A pesar de disponer de vacunas de la más alta seguridad y eficacia, una limitante en la introducción de ellas al PAI ha sido el costo, limitante que debería ser contrarrestada prontamente gracias a la masificación de su uso, a la disponibilidad de vacunas combinadas, y porque los laboratorios productores debieran haber recuperado buena parte del costo de la investigación.

 

La estrategia primaria para prevenir la transmisión del virus hepatitis B (VHB) mediante la inmunización universal es otro objetivo que se ha trazado recientemente la OMS y que está siendo implementada, aunque en forma disímil en los diferentes países de América. La globalidad actual del mundo hace deseable que todos los países de las Américas, independiente de sus niveles de prevalencia, incorporen estrategias eficientes de eliminación de esta infección. La Asamblea Mundial de la Salud recomendó la incorporación de la vacuna contra VHB en los programas de vacunación. A fines de 1998, cien países lo habían logrado.

Otra gran esperanza está centrada en las vacunas conjugadas contra S pneumoniae, las que se encuentran disponibles en EEUU. Las vacunas a usar en países de América Latina dependerán de la epidemiología y de los resultados de los estudios clínicos de eficacia.

 

La incorporación de vacunas combinadas, vacunas mejoradas, y nuevas vacunas, así como la eficiencia de los programas de vigilancia que requieren de una evaluación constante de su cumplimiento y de sus objetivos, serán solo alguna de las tareas que deberá enfrentar el PAI en el próximo milenio. Se suma a este desafío la flexibilidad que deberá tener el programa frente a los procesos de descentralización y reforma de los sistemas de salud en los países de la región.

 

Podríamos concluir que los logros obtenidos por el PAI, en la región de las Américas, han sido extraordinariamente satisfactorios: se ha certificado la erradicación de la poliomielitis, escasos son los países que presentan casos de sarampión, tétanos y difteria y, la tos ferina aunque presente aún en forma significativa, ha disminuido considerablemente. Por otro lado, la erradicación de la poliomielitis animó a otros programas a adoptar estrategias de cooperación interinstitucional e intersectorial, de utilización de medios de comunicación, de sistemas de información, de sistemas de vigilancia epidemiológica, de métodos de evaluación; un verdadero hito en la historia de la medicina que creó una cultura de prevención.

 

En este éxito no se puede dejar de transmitir algunas consideraciones que han favorecido el proceso:

 

•Implementación de los Programas Ampliados de Inmunizaciones en los distintos países. •El rol protagónico que ha jugado la OPS, con metas transnacionales. •Apoyo en posicionar los programas nacionales, en aunar experiencias, en desarrollo tecnológico.

 

•Apoyo político y reconocimiento de los beneficios del programa •Reconocimiento del PAI como un Bien del Estado. •Reconocimiento del PAI como una intervención que nivela las inequidades entre salud, sociedad y gastos en salud.

•Existencia de esquemas de vacunación nacional con la posibilidad de la exigencia en su cumplimiento dada por los códigos sanitarios y los decretos leyes. •La cobertura nacional de los programas. •La gratuidad del programa para toda la población que habita en los países.

•El que las enfermedades inmunoprevenibles  puedan ser efectivamente controladas por vacunas que representan una intervención segura, específica, y de eficacia comprobada mediante la investigación clínica y epidemiológica. Ello debe ser promovido por toda la comunidad médica, especialmente ante la amenaza del surgimiento de grupos anti-vacunas, los cuales pueden minar fuertemente los trascendentales logros obtenidos durante los últimos decenios.

 

Conclusión

·         Fortalecer el conocimiento de la población acerca de la importancia de la vacunación como medida preventiva y sus beneficios en los niños menores de 05 años.

·         Obtener el conocimiento apropiado correcto sobre las inmunizaciones y su importancia.

·         Brindar un conocimiento adecuado a la población sobre las vacunas su importancia su administración y su cumplimiento del calendario de vacunación.

·         Todo profesional de salud debe saber que las inmunizaciones son para prevenir muchas enfermedades.

·         Las vacunas son medicamentos termolábiles y para garantizar su inmunogenicidad y eficacia protectora, dentro de los programas de inmunización, es imprescindible mantener la cadena de frío.

·         Las vacunas su finalidad es la creación de anticuerpos que reconozcan y ataquen a la infección y, por lo tanto, produzcan la inmunidad del organismo inoculado.

·         la organización mundial de la salud a través del programa ampliado de inmunizaciones brinda  una serie de vacunas  para la prevención de enfermedades inmunoprevenibles,, a todos los niños menores de 5 años ,MEF, adulto mayor, personal en riesgo... 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.          Verne E, Ugarte C. Inmunización, conceptos  generales, esquemas y el futuro. Rev. Perú pediatría, enero-marzo 2008; 61(1):36-43.  

2.          Varela C. Programa de vacunación, Rev. Esp. salud pública Isnn 1135-5727. (Online) 2009; 83(5): 639-643.

3.          Bernaola E, Giménez F, Baca M, De Juan F. Vaccination schdule of the Spanish association of pediatrics: recomendations 2009; An Pediatr. 2009; 70: 72-82.

4.          World Health Organization. Global program for vaccines and inmunization. The WHO position paper on Haemophilus influenzae tipe b conjugate vaccines. Wkly Epidemiol Rec 1998; 73: 64-68.

5.          Ortega P, y col. Cadena del frío para la conservación de las vacunas en los centros de atención primaria de un área de Madrid: mantenimiento y nivel de conocimientos. Rev. Esp. Salud Pública [online] ISSN 1135-5727. 2002; 76(4): 333-346.

6.          Valenzuela M, O Ryan M. Logros y desafíos del   programa ampliado de inmunizaciones en la región de las Américas.  Rev. Méd. Chile, ISSN 0034-9887. ago. 2000; 128(8).

 

 

Recibido:  11/03/2010

Aceptado: 29/03/2010

 

 

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1. Enfermera. Red de Salud Túpac Amaru. Dirección Regional DISA Callao. Maestría en Salud Pública. Universidad Nacional Federico Villareal.