EDITORIAL

 

LA ANTICONCEPCIÓN ORAL DE EMERGENCIA

THE ORAL EMERGENCY CONTRACEPTION

 

A nivel nacional el 35% de jóvenes utiliza métodos anticonceptivos, una de cada tres jóvenes entre 20 y 25 años utiliza este tipo de métodos con el fin de evitar embarazos no deseados. El 74% de la población que tiene una pareja estable, utiliza métodos de regulación del embarazo, el 50% de ellos utiliza anticonceptivos y el otro 50% usa métodos naturales.

 

En los últimos 5 años la demanda de anticonceptivos (condón, píldoras anticonceptivas diarias) ha crecido en un 5%, de manera similar el anticonceptivo oral de emergencia (AOE) o "píldora del día siguiente", también conocida como la píldora con levonorgestrel, la cual reduce las probabilidades de embarazo en un 85%, es decir, impide la ovulación y por consiguiente la unión entre el óvulo y el espermatozoide.

 

De acuerdo a la OMS la anticoncepción de emergencia en general se refiere a métodos que las mujeres pueden usar como respaldo y en caso de emergencia, dentro de los primeros días posteriores a una relación sexual sin protección, con el objetivo de prevenir un embarazo no deseado. Los métodos anticonceptivos de emergencia no son adecuados para uso regular. El régimen de anticoncepción de emergencia recomendado por la OMS es: 1,5 mg de levonorgestrel administrado en una sola dosis.

 

La OMS reporta que toda mujer en edad reproductiva pudiera necesitar, en algún momento, anticoncepción de emergencia para evitar un embarazo no deseado. La anticoncepción de emergencia puede utilizarse en situaciones tales como cuando no se ha usado ningún método anticonceptivo o cuando ha ocurrido una falla del método anticonceptivo o éste ha sido usado de manera incorrecta. Las formas en la que un método se puede haber usado de forma incorrecta, incluye casos en el que el condón se ha roto, deslizado o se ha usado de manera incorrecta, también en el caso de que la mujer ha olvidado tomar tres o más píldoras anticonceptivas orales combinadas consecutivas, o la mujer se haya olvidado tomar tres o más píldoras anticonceptivas orales combinadas consecutivas.

 

Por otro lado otra de las circunstancias en la que se puede emplear la anticoncepción oral de emergencia es cuando ha habido un retraso de más de dos semanas en la administración de la inyección anticonceptiva de progestágeno solo (acetato de medroxiprogesterona de depósito o enantato de noresterona), también en el caso de que haya habido un retraso de más de siete días en la administración de la inyección mensual combinada de estrógenos más progestágeno.

 

Otra circunstancia puede ser en la que el parche transdérmico (o el anillo vaginal) se ha desplazado, ha habido un retraso en su colocación o se ha extraído antes de lo debido, o que el diafragma (o el capuchón cervical) se ha desplazado o roto, o se ha extraído antes de lo debido.

 

Uno de los motivos más frecuente de empleo es cuando el coito interrumpido ha fallado (por ejemplo, eyaculación en la vagina o en los genitales externos), o cuando una tableta (o una película espermicida) no se han derretido antes de la relación sexual. Otra causalidad del empleo del AOE es más frecuente cuando ha ocurrido un error en el cálculo del método de abstinencia periódica o no ha sido posible practicar la abstinencia en los días fértiles del ciclo. Situaciones menos frecuente pero igual de válidas para el empleo de este tipo de anticoncepción son la expulsión del DIU, o cuando ha ocurrido una agresión sexual y la mujer no está protegida con un método anticonceptivo eficaz.

 

Se ha demostrado que las píldoras anticonceptivas de emergencia (PAE) que contienen levonorgestrel previenen la ovulación y que no tienen un efecto detectable sobre el endometrio (revestimiento interno del útero) o en los niveles de progesterona, cuando son administradas después de la ovulación. Las PAE no son eficaces una vez que el proceso de implantación se ha iniciado y no provocarán un aborto.

 

Según el reporte oficial de la OMS, de acuerdo con los informes de cuatro estudios en que participaron casi 5.000 mujeres, el régimen de levonorgestrel utilizado dentro de los 5 días posteriores a la relación sexual sin protección redujo las probabilidades de embarazo en un 60-90 por ciento. La eficacia del regimen es mayor mientras se utilice lo más pronto posible después de la relación sexual.

 

Existen algunas salvedades, como por ejemplo que las píldoras anticonceptivas de emergencia no deben ser administradas a una mujer que presenta un embarazo confirmado porque ya es demasiado tarde para prevenir el embarazo. Los expertos creen que no hay daño para la mujer embarazada o para el feto si se usan píldoras anticonceptivas de emergencia inadvertidamente durante las primeras semanas de embarazo.

 

La OMS recomienda que las píldoras anticonceptivas de emergencia deban ser usadas sólo en casos de emergencia y no son apropiadas como método anticonceptivo de uso regular, debido a que existe una mayor probabilidad de falla en comparación con los anticonceptivos modernos. Además, el uso frecuente de anticoncepción de emergencia tiene como resultado efectos secundarios, como irregularidades menstruales. No obstante, el uso repetido no conlleva riesgos conocidos para la salud.

 

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El director