BULLYNG “DESTRUYENDO MI AUTOESTIMA”

BULLYING "DESTROYING MY SELF-ESTEEM"

 

Héctor Enrique Lazo Huaylinos1

Mateo Mario Salazar Ávalos 2

RESUMEN

El artículo describe las características del bullying como expresión de la violencia en la etapa de la escolaridad entre niños y adolescentes del país. Identifica y describe las características de los actores del “bullying”. Analiza las condiciones contextuales organizadoras y de afrontamiento a su presencia, y las secuelas personales, institucionales, y sociales. Así mismo; establece los factores predisponentes y participantes en el entorno de los actores. Finalmente expone las necesidades de algunas estrategias para la intervención y el afrontamiento.    .

 

Palabras Claves: Niñez y Adolescencia escolar; violencia escolar, maltrato escolar, agresión de pares.    

 

ABSTRACT

The article describes the characteristics of bullying as an expression of violence in the stage of schooling among children and adolescents in the country. Identifies and describes the characteristics of the actors of "bullying". Analyzes the contextual conditions and coping organizing your presence, and the aftermath personal, institutional, and social. Also, set the predisposing factors and participants in the environment of the actors. Finally discusses the needs of some intervention strategies and coping.

.

Key words: Children and Adolescents at school, school violence, abuse, school, peer aggression.

 

INTRODUCCIÓN

José es un niño de 12 años que en los últimos días viene padeciendo de insomnio. Cada día expone un pretexto a sus padres para no asistir a la escuela y se siente con desgano; esta perdiendo el deseo de comer, ha disminuido su interés en los estudios, se le reporta con bajo rendimiento escolar; el rostro empieza a mostrar la apariencia física de un estado de depresión; y se ha vuelto un niño retraído.

 

Cuando sus padres le preguntan como le va en el colegio los rehúye; y con evasivas les dice que todo está bien. Sin embargo; al observarlo y por sus conductas las cosas no le van bien. Presenta las características de un niño que viene padeciendo las consecuencias del “bullying”.

 

BULLYING: “DESTRUYENDO MI AUTOESTIMA”

El “bullying” es una forma de comportamiento de los niños y los adolescentes durante la edad escolar que se caracteriza por la conducta intencional de ubicar a uno de sus compañeros, en el aula o en algún espacio del colegio para dirigirle burlas, motejarlo o ridiculizarlo por sus actos. Dichos actos pueden estar relacionados a su desempeño como alumno: el estudio, el nivel de rendimiento, el cumplimiento en las tareas, el orden y la disciplina. También; por sus características físicas: sus rasgo de rostro, peinado, cicatrices, su forma de relacionarse, forma de hablar, el amaneramiento en su expresión o al caminar, su posturas al sentarse, algún defecto físico manifiesto, discapacidad,  el tipo o modo en el vestir, etc. Cualquiera de estas expresiones del escolar son motivo para elegirlo centro de acoso ocasional o permanente. Muchas veces la burla esta acompañada de agresiones físicas: de individuo a individuo; de un grupo contra un individuo, y muy raras veces de grupo a grupo.

 

La palabra “bullying” significa acoso; es una expresión del habla holandesa atribuida a Dan Olweus, psicólogo suizo quien usa el término para identificar los actos de acoso, hostilización y agresiones que se producen entre los escolares, persiguiendo la finalidad de humillación y sometimiento de otro miembro del aula o del plantel educativo (1).

 

Los estudios de Olweus son conocidos el año 1973 en Suecia; y en los Estados Unidos de Norteamérica en 1978, a través de un libro sobre “La agresión en las Escuelas: Los bullyies y niños agresivos”. Sus estudios han influido en la legislación especial de países como Suiza y Noruega (2).

 

La expresión “bullying” ha sido universalizada para referirse a diferentes formas de conducta de agresión, intimidación o acoso que se dirigen entre los escolares. Su presencia en los centros educativos se hace cada vez más frecuente y notoria, caracterizándose como la mayor preocupación en las manifestaciones de la violencia en el ámbito escolar por las consecuencias en las víctimas; y la necesidad de describir a los agresores. Carolina Manzano (2008) identifica como tipos de acoso: el maltrato físico, maltrato verbal, mixto (físico y verbal); maltrato psicológico; exclusión social (3).

 

En nuestro país este fenómeno adquiere sus propias características, ajustándose a la idiosincrasia del entorno social, económico y cultural del centro. Su presencia es notablemente del espacio urbano. El riesgo que se institucionalice como una forma de la cultura en los centros educativos es preocupante. La posibilidad que esto ocurra se  relaciona con las actitudes de terceros comprometidos como espectadores: otros escolares, y los adultos (personal de apoyo, auxiliar educativo, docentes autoridades del plantel, padres) que toman con escepticismo su presencia; que minimizan su existencia por indiferencia o ignorancia; sin darse cuenta que el silencio es un cómplice que alimentará la gravedad del problema, gestando un entorno de vulnerabilidad e impunidad del acto de abuso y maltrato; y las consecuencias sobre las victimas actuales y las próximas.

 

En nuestra experiencia de intervención sobre la problemática de la violencia social en la escolaridad, podemos aseverar que por lo menos un niño de cada aula, alguna vez fue expuesto al maltrato físico o psicológico por sus compañeros, con mayor o menor intensidad. Esa realidad advierte la necesidad de esclarecer cuál de esas conductas puede ser definida como una manifestación de bullying; porque los conatos algunas veces fueron ocasionales, con alguna regularidad, o simplemente circunstancial a un hecho anecdótico de las experiencias entre las actividades del centro escolar. María Roldan Franco (2008) al conceptualizar la violencia en los escenarios escolares afirma que un clima así tiene efectos muy negativos para el desarrollo psicológico, social; e intelectual de los alumnos (4).

 

Nuestra preocupación nos invitó a preguntarnos: ¿porqué se expresan estas conductas?; ¿cuándo se presentan?; ¿quienes participan de ellas?; ¿Qué finalidad persiguen?; ¿Por qué dejan secuelas?; ¿Qué tipo de secuelas son propias de la situación de maltrato?; ¿Qué factores están presentes en los afectados?; ¿cómo utilizar el conocimiento de esos factores para evitar el acoso y su secuela en las victimas; los victimarios; y sus entornos?; entre otras interrogantes que emergen cuando observamos el daño y su gravedad en los mas vulnerables.

 

Son explicaciones que demandan comprender el momento de desarrollo de los actores que son niños y adolescentes, la dinámica de sus entornos de pertenencia (familia y grupo de pares coetáneos) y de referencia (entorno comunitario inmediato: vecindario, barrio, clase social, institución educativa). Es muy importante; porque son edades de tránsito del desarrollo socio afectivo; cuando deben afrontar periodos de crisis de identidad donde todas las experiencias afectan.

 

Jean Piaget estudió como entre los 4 y los 12 años de edad el niño desarrolla el concepto de la moralidad, que le permitirá juzgar la intensión de los actos y sus consecuencias en relación a las normas y las reglas, como pertinentes. Lawrence Kohlberg, argumenta que el razonamiento moral evoluciona hasta lograr un estado de conciencia moral que permite discernir entre la normatividad, y los derechos humanos (5).

 

Erick Erickson explica que durante la adolescencia ocurre un proceso crítico de búsqueda de la identificación. Para Edgar Fiedenberg; en esta etapa se presenta un proceso de auto clarificación, conflicto y desarrollo emocional. Por lo tanto; los adultos y las políticas de las instituciones educativas cumplen un importante rol para la socialización del menor (6).

 

Las consecuencias del bullying se observan en tres dimensiones de la actividad del afectado. Lo primero que se observa es el cambio de conducta: aislamiento, desgano, disminución de la comunicación verbal, rebeldía y descuido en sus tareas del hogar y/o escolares, conducta alimentaria disminuida o aumentada, irritabilidad, y llanto. En un segundo plano; llama la atención los cambios emocionales: pasan de la rebeldía encolerizada a estados de tristeza, hasta la depresión. Finalmente; la tercera dimensión nos damos cuenta que sobre la percepción de sí mismo, el menor verbaliza sus ideas sobre las limitaciones de su capacidad física, reconoce su debilidad o inutilidad para afrontar dificultades, descubre la necesidad de cambiar de escenarios; y finalmente llegan a la auto descalificación, destruyendo su autoestima, esto puede progresar con gravedad hasta la idea de suicidio.

 

El nivel de fragilidad de las victimas es diferente de individuo a individuo: por el género, la función de apoyo oportuno que encuentre en su familia, y el plantel. Algunos desarrollan mayor tolerancia que otros; en tanto que también hay quienes responden desplazando su rol de victima a otros, pasando de victimas a victimarios, propiciando una cadena formativa de costumbres, tradiciones que da forma a una cultura violenta de la escolaridad.

 

Esto ocurre porque los menores proponen sus propios estándares para interrelacionarse entre ellos y el sistema de valores de los adultos deja de significar. Los adultos que observan escenas de acoso la califican de: “cosa de niños o de adolescentes”; una forma de minimizar o eludir la responsabilidad institucional. Tratándose de profesionales, no advierten que durante la adolescencia, los menores van autoafirmándose en su autonomía, independencia y la diferenciación cultural de sus experiencias, alejándose de los patrones sociales establecidos.

 

Diane Papalia; Sally Wendkos; y Ruth Duskin (2009); discrepan con el concepto de ver la adolescencia como un estado de rebelión que presenta confusión emocional, conflicto con la familia, alejamiento de la sociedad adulta comportamiento desenfrenado y rechazo a los valores del adulto. Con ello advierten que de mantenerse esa postura estaremos dejando de lado la necesidad de identificar a los adolescentes que necesitan ayuda (7).


 

Figura 1: Bulling dentro de las aulas

 


Entre los actores participantes del bullying se ha podido establecer las siguientes características:

 

El niño vulnerado; tiene tendencia para ser sumiso, temeroso, poco comunicativo, y de baja sociabilidad con otros niños. En las relaciones familiares: proceden de familias incompletas con miembros en conflicto y comunicación autoritaria; limitada supervisión de padres y adultos, entorno familiar con hábitos de alcoholismo y otras adicciones. En los niños victimarios; se descubre una gran necesidad de afecto que tratan de compensar procurando reconocimiento social mediante el caudillismo, el poder de la fuerza física, necesidad de descalificar los comportamientos que se contraponen a sus rasgos censurados, o carentes. Al reconocer en estos aspectos los factores de riesgo en los problemas de violencia escolar; así, coincidimos con Carolina Manzano cuando identifica los factores de riesgo en el entorno familiar, entorno escolar, y la televisión (8).


 

Figura 2: Bulling fuera de las aulas

 


La mayoría de los observadores esconden sus temores de ser sujetos de ataque evitando solidarizarse con la victima, tienen una pobre formación de valores sociales, una ingenua satisfacción al observar el ridículo, la minusvalía, o laincapacidad para defenderse de sus compañeros agredidos. Solo colaboran en los maltratos cuando han definido su pertenencia a pequeños grupos o pandillas de amigos (9).

 

En el país se tiene referencia del incremento de múltiples formas de expresión de la violencia escolar; sobre todo en las que trasciende a la comunidad. Pero; de las manifestaciones al interior del plantel no se reporta estadística, salvo esporádicas denuncias que llegan a una comisaría, sin lograr significación numérica. Son hechos que opacan la gestión educativa, y se evita comunicarlas.

 

La intervención a través de un equipo interdisciplinario propone describir la particular problemática involucrada en los participantes del bullying: por caso; por tipo de familia; el entorno escolar; y por la comunidad referente. Los objetivos de logro, se proponen con la participación de psicólogos, educadores, asistentes sociales, personal asistencial médico, de asesoramiento legal y policial (10).

 

A pesar que uno de los ejes de la currícula escolar se orienta en la Cultura de la Paz, las estrategias educativas son poco eficaces. Es urgente diseñar talleres educativos que capacite a los actores en valores de protección a la vida, las garantías personales, y la buena convivencia. Entrenamiento en el control emocional y la canalización de la agresividad, la diversificación de actividades creativas, y sobre la finalidad de las normas y la disciplina inteligente (11).

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.        Cerezo F. ¿Que es y que no es bullying?. 2008. http://www.acosomoral.org/indexbully.htm

2.        Asociación Brasilera de Protección de la Infancia y la Adolescencia-ABRAPIA. 2006. http://www.asapmi.org.ar/ publicaciones/articulos/articulo.asp?id=16

3.        Manzana C. El bullying una realidad en el aula, sobre la violencia escolar en España. 2008. http://www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_13/CAROLINA

4.        García F. Nuevos escenarios de violencia. Reflexiones Comillas. UPC de Madrid. España. 2008:119-144.

5.        Santrock J. Desarrollo Infantil. McGraw Hilll –Interameticana. México. 2007: 423-434.

6.        Kinney J. Psicología del Desarrollo: Edad adolescente. Manual Moderno.  México. 2000: 125- 149, 217-227.

7.        Papalia E. Psicología del Desarrollo: De la infancia a la adolescencia. Mc Graw Hill, Interamericana editores S A de CV- México. 2009: 513-547.

8.        Manzana C. El bullying una realidad en el aula, sobre la violencia escolar en España. 2008. www.csi-csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_13/CAROLINA.

9.        Piñuel I, Oñate A. Mobbing escolar: Violencia y acoso psicológico contra los niños. Madrid. CEAC. 2008.

10.     Cerezo F. Conductas agresivas en la edad escolar. Madrid Pirámide. 1998.

11.     Joffre V. Bullying en alumnos de secundaria. Características generales y factores asociados al riesgo. 2011. http://www.medigraphic.com/pdfs/bmhim/hi-2011/ hi113d.pdf.

 

Recibido:  12/12/2010

Aceptado: 29/01/2011

 

 _______________________________________________________________________________________________________________

1. Psicólogo. Terapeuta Cognitivo Conductual especialista en problemática de la Juventud Drogas , Pandillas , Suicidio , Depresión.

2. Magister y Psicólogo. Psicólogo - Docente Asociado de la Facultad de Psicologia y Ciencia Sociales. Universidad Inca Garcilaso de la Vega.